Probablemente has tenido momentos de dolor en tu vida, a mi me ha pasado ¿Sabes a quién acudo? A Dios, siempre ha sido mi refugio en las tribulaciones. Te quiero contar cómo en medio del dolor, la Biblia fue mi auxilio en 3 situaciones que viví.
Aquí encontrarás
1. Durante una ruptura amorosa
Tuve una relación con un chico de mi iglesia, comenzamos mal ya que nadie sabía de nuestra relación (Incluyendo nuestros padres). No fue una ruptura normal, fue por un engaño de parte de él. Mi corazón se hizo pedazos, ya que estaba en esa relación pensando que me casaría con él ¿Sabes qué fue lo primero que pensé? Que no quería guardar rencor, ya que el dolor trae rencor y el rencor amargura ¡Estaba desesperada!
Mi gran dolor llenaba mi corazón de ganas de venganza. Busqué ayuda por muchos lados, leí y escuché mil artículos y prédicas sobre el perdón. Todas ellas fueron puliendo en mí la idea del perdón. Pero Dios me guío una noche a leer los Salmos. Estuve leyéndolos sin parar, no tenía cuenta de cuántos capítulos leía por noche, yo sólo sabía que me estaba identificando con el autor.
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En medio del dolor, la Biblia fue mi auxilio, mientras más leía Salmos, más entendía que en medio del dolor, debo agradecer a Dios por lo que hace. Si has leído la historia de David, sabrás que todo el dolor por el que pasó tenía un propósito divino. Hubieron muchísimos Salmos que llenaron mi corazón (Salmos 19:12-13; 20:7-8; 20:1-4; 27:8; 27:14; 63:7-8; 119:71-72) y de todos aprendí que en medio del dolor y la desesperación debo buscar al Señor, pues Él me brindará paz y descanso.
2. Durante la espera de un trabajo
Si has leído con anterioridad mis blogs, sabrás que hubo una época en la que estuve pidiendo por un trabajo y nunca aparecía. En medio de ese dolor de no tener algo con que sustentar, acudí a la Biblia. En medio del dolor, la Biblia fue mi auxilio, una vez más. Estuve leyendo el libro de Job (uno de mis favoritos), pero en esta ocasión, Dios me mostró algo distinto a lo que siempre había leído.
Este es el post que escribí mientras esperaba por un trabajo
Mientras leía las justificaciones de Job que están del capítulo 3 al 31 ¡No tienes idea de cómo me sentí identificada! Pensaba «Job tiene razón» así que me puse en el lugar de él. Luego, cuando Dios habla en el capítulo 38 al 41 ¡Me quedé completamente asombrada! Entendí que yo no soy justa, que mi forma de pensar de «justicia» es completamente egoísta. El único justo es Dios y jamás podría dudar de sus decisiones. Él no sólo es soberano sino que también amoroso.
Entendí que sólo Dios conoce mi futuro, que no voy a dudar de Su amor jamás.
3. Durante la pérdida de un ser querido
Quería dejar esta al final porque ha sido de las pruebas más dolorosas que he vivido hasta ahora. Durante esta pandemia de COVID, mi abuelita y tía (de parte de papá) se enfermaron, ellas vivían con mi familia en la misma casa. Tuvimos momentos de mucho dolor e incertidumbre como familia. Estuvimos clamando y orando por sanidad para las dos, tristemente mi abuelita falleció. Fue un golpe muy duro, pero sentimos que no pudimos tener un luto por ella, ya que seguíamos angustiados por mi tía, pues estaba muy enferma.
Mi tía estuvo en el hospital internada y una noche el doctor nos dijo que el cuadro de ella no era para nada favorable. Esa noche recuerdo bien que mi papá lloró mientras cantaba una alabanza llamada «Cantico celeste» de Manuel Bonilla. No tienes idea de lo que sentí en ese momento, estaba destrozada. Esa misma noche, no salía nada de mi boca para orar, lo único que salían eran lágrimas de mucho dolor. Recuerdo que lo único que pude orar fue «No entiendo lo que estás haciendo, pero confío en Ti».
18 días después de la muerte de mi abuelita falleció mi tía. Fueron días muy tristes para mi familia y para mi. Pero aún en medio del dolor, la Biblia fue mi auxilio. Hubieron muchos versículos que llenaban mi corazón de consuelo pero hubo uno en especial Romanos 14:8-9 «Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.»
«DEL SEÑOR SOMOS» Ese versículo llenó mi corazón de esperanza, sabiendo que mi abuelita y mi tía vivieron en Jesús y que llegaron a Él, a nuestra meta como cristianos.
¿Qué deberíamos hacer cuando no queremos leer la Biblia?
Mi pronto auxilio en las tribulaciones
Mientras más leo la Biblia, más conozco el carácter de mi Padre, de Su gran amor. Puede que para entender lo que Él me quiere enseñar deba leer 1, 2 o 3 libros de la Biblia (como cuando leí Salmos). O puede que con un sólo versículo entienda (como con la muerte de mi abuelita y tía). Solo sé que la Biblia está viva, que nos enseña y nos guía a nuestro Creador, a nuestro Padre. Por eso con toda certeza, te puedo decir que en medio del dolor, mi Biblia fue mi auxilio.
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Autora: Becky Jerónimo
Apasionada por Jesús, a Su servicio hasta que todos le conozcan. Fundadora de Soy Joven Cristiana. Desde Guatemala busca contribuir a redimir el diseño de Dios para las mujeres jóvenes.
Al leer este artículo, En medio del dolor la biblia fue mi auxilio .para mí podría decir que más que la biblia es la esencia del Dios mismo ,que atravez de sus suaves palabras ; pone ese bálsamo en nuestras heridas ya sean del alma, mente,cuerpo o corazón proporcionando en nosotros esa paz en medio de una dura prueba.en este caso yo perdí a mi padre para mí es como si se hubieran llevado una parte de mi alma pero gracias a Sr Jesucristo que me ha sostenido y me está dando las fuerzas para seguir. sinembargo hay momentos que no tengo ánimo para nada ,pero Dios en su infinita misericordia me extiende su mano.
Buenas noches, Becky!
Que hermosa palabra.
Soy cristiana como vos, pero este año estuvo siendo particularmente dificil. Desde marzo muchos de mis planes, por no decir todos, que se veian sumamente perfectos, se fueron a pique, literal.
Cambié de trabajo (fue mi primer trabajo post universidad, soy ingeniera y lo amaba, pero debía terminar luego de 4 años) de ciudad, perdí a mucha gente que amaba en esa ciudad y estimaba como valiosa, tuve que dejar mi iglesia en aquel lugar y mi ministerio con los niños también.
A pesar de tener una familia cristiana y un entorno cristiano, soy muy reservada, y me cuesta mucho exteriorizar todo esta batalla interior, y solo de rodillas en oracion encuentro consuelo.
Tengo un nuevo trabajo, una nueva ciudad, compañeros de trabajo buenos/ambles y departamente, pero aun me duelen muchas cosas y creo que me falta soltar «el ayer» para disfrutar el hoy,
En esa búsqueda de «testimonios de jovenes como yo» llegue aqui. Me minsitro mucho leer tus palabras.
Muchas gracias,
Bendiciones,
y a seguir persistiendo con fe.